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Novena a Santa Faustina

Novena a Santa Faustina

Modo de rezarla:
1º- Hacemos la Señal de la Cruz.
2º- Rezamos la Oración a Santa Faustina de Juan Pablo II.
3º- Leemos la meditación del día. Hacemos una pausa de silencio después de cada párrafo.
4º- Al finalizar cada día repetimos:

“Oh, Señor, Amor mío, Te doy gracias por el día de hoy, por haberme permitido recoger el tesoro de Tus gracias del manantial de Tu misericordia insondable. Oh, Jesús, no solamente en el día de hoy, sino en cada momento saco de Tu insondable misericordia todo lo que el alma y el cuerpo puedan desear”. Santa Faustina (1178) “Demos gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna Su misericordia” (Salmo 117)

Oración de Juan Pablo II:
Santa Faustina, don de Dios a nuestro tiempo, don de la tierra de Polonia a toda la Iglesia, concédenos percibir la profundidad de la misericordia divina, ayúdanos a experimentarla en nuestra vida y a testimoniarla a nuestros hermanos. Que tu mensaje de luz y esperanza se difunda por todo el mundo, mueva a los pecadores a la conversión, elimine las rivalidades y los odios, y abra a los hombres y las naciones a la práctica de la fraternidad. Hoy, nosotros, fijando juntamente contigo, nuestra mirada en el rostro de Cristo resucitado, hacemos nuestra tu oración de abandono confiado y decimos con firme esperanza: “Cristo, Jesús, en Vos confío”.

Día 1 - LA CONFIANZA

Pidamos tener siempre plena confianza en la infinita Misericordia de Dios y en Su profundo Amor.

“Sólo en Dios descansa mi alma, de él me viene la esperanza. Sólo él es mi Roca salvadora, él es mi baluarte: nunca vacilaré. Confíen en Dios constantemente, ustedes, que son su pueblo; desahoguen en él su corazón, porque Dios es nuestro refugio”. Palabra de Dios    (Sal. 61, 6-7;9)

Reflexión: (Del Diario de Santa Faustina)
“Pinta una imagen según el modelo que ves y firma*: Jesús, en Ti confío. Deseo que esta imagen sea venerada primero en su capilla y [luego] en el mundo entero.” (Diario 47) “No comprendo, cómo es posible no tener confianza en Aquel que lo puede todo; con Él todo y sin Él nada. Él, el Señor, no permitirá ni dejará que queden confundidos aquellos que han puesto en Él toda su confianza.” Santa Faustina (Diario 358) “Jesús me dijo estas palabras: Hija Mía, no tengas miedo de nada, Yo estoy siempre contigo; cualquier adversario te puede hacer daño solamente si Yo se lo permito. Tú eres Mi morada y Mi estable descanso, por ti detengo la mano castigadora, por ti bendigo la tierra.” (Diario 431) “Las gracias de Mi misericordia se toman con un solo recipiente y éste es la confianza. Cuanto más confíe un alma, tanto más recibirá. Las almas que confían sin límites son Mi gran consuelo, porque en tales almas vierto todos los tesoros de Mis gracias. Me alegro de que pidan mucho, porque Mi deseo es dar mucho, muchísimo. Me pongo triste, en cambio, si las almas piden poco, estrechan sus corazones.” (Diario 1578)


Día 2 - LOS ENFERMOS

Pedimos por nuestros hermanos enfermos.

“Apenas desembarcaron, la gente reconoció en seguida a Jesús, y comenzaron a recorrer toda la región para llevar en camilla a los enfermos, hasta el lugar donde sabían que él estaba. En todas partes donde entraba, pueblos, ciudades y poblados, ponían a los enfermos en las plazas y le rogaban que los dejara tocar tan sólo los flecos de su manto, y los que lo tocaban quedaban curados”. Palabra del Señor     (Mc. 6, 54-56)

Reflexión: 
“Oh Jesús mio, sostenme cuando vengan los días difíciles y nublados, los días de las pruebas, cuando el sufrimiento y el cansancio empiecen a oprimir mi cuerpo y mi alma. Sostenme, oh Jesús, dame fuerza para soportar los sufrimientos. Pon una centinela a mis labios para que no salga ni una sola palabra de queja ante las criaturas. Toda mi esperanza es Tu Corazón misericordiosísimo, no tengo nada en mi defensa, sólo Tu misericordia, en ella toda mi confianza.” Santa Faustina (Diario 1065) “Al entrar en mi soledad, oí estas palabras: Defenderé como Mi gloria a cada alma que rece esta coronilla en la hora de la muerte, o cuando los demás la recen junto al agonizante, quienes obtendrán el mismo perdón. Cuando cerca del agonizante es rezada esta coronilla, se aplaca la ira divina y la insondable misericordia envuelve al alma y se conmueven las entrañas de Mi misericordia por la dolorosa Pasión de Mi Hijo.” (Diario 811) “Gracias, oh, Señor, por el sacramento de la unción, Que me fortificará en los últimos momentos Para luchar y me ayudará a salvarme, Y dará fuerzas al alma para que podamos gozar eternamente.” Santa Faustina (Diario 1286)


Día 3 - LOS POBRES

Pidamos ser caritativos y generosos con nuestros hermanos hambrientos, sedientos y desnudos.

“Entonces el Rey dirá a los que tenga a su derecha: “Vengan, benditos de mi Padre, y reciban en herencia el Reino que les fue preparado desde el comienzo del mundo, porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; estaba de paso, y me alojaron; desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y me vinieron a ver”. Los justos le responderán: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos de paso, y te alojamos; desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o preso, y fuimos a verte?”. Y el Rey les responderá: “Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo”. Palabra del Señor     (Mt. 25, 34-40)

Reflexión: 
“Deseo transformarme toda en Tu misericordia y ser un vivo reflejo de Ti, oh Señor. Que este más grande atributo de Dios, es decir su insondable misericordia, pase a través de mi corazón al prójimo. Ayúdame, oh, Señor, a que mis ojos sean misericordiosos, para que yo jamás recele o juzgue según las apariencias, sino que busque lo bello en el alma de mi prójimo y acuda a ayudarla. Ayúdame a que mis oídos sean misericordiosos para que tome en cuenta las necesidades de mi prójimo y no sea indiferente a sus penas y gemidos. Ayúdame, oh, Señor, a que mi lengua sea misericordiosa para que jamás hable negativamente de mis prójimos sino que tenga una palabra de consuelo y perdón para todos. Ayúdame, oh, Señor, a que mis manos sean misericordiosas y llenas de buenas obras para que sepa hacer sólo el bien a mi prójimo y cargue sobre mí las tareas más difíciles y más penosas. Ayúdame a que mis pies sean misericordiosos para que siempre me apresure a socorrer a mi prójimo, dominando mi propia fatiga y mi cansancio. Mi reposo verdadero está en el servicio a mi prójimo. Ayúdame, oh, Señor, a que mi corazón sea misericordioso para que yo sienta todos los sufrimientos de mi prójimo. A nadie le rehusaré mi corazón. Seré sincera incluso con aquellos de los cuales sé que abusarán de mi bondad. Y yo misma me encerrare en el misericordiosísimo Corazón de Jesús. Soportaré mis propios sufrimientos en silencio. Que tu misericordia, oh, Señor mío, repose dentro de mí. (Diario 163)


Día 4  - LOS DESORIENTADOS

Pidamos que Jesús, con su infinita sabiduría, nos muestre cómo aconsejar a los desorientados y enseñar a los que no saben.

“Jesús dijo a sus discípulos: hay entre ustedes algunos que no creen». En efecto, Jesús sabía desde el primer momento quiénes eran los que no creían y quién era el que lo iba a entregar. Y agregó: «Por eso les he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede». Desde ese momento, muchos de sus discípulos se alejaron de él y dejaron de acompañarlo. Jesús preguntó entonces a los Doce: «¿También ustedes quieren irse?». Simón Pedro le respondió: «Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de Vida eterna. Nosotros hemos creído y sabemos que eres el Santo de Dios»”. Palabra del Señor     (Jn. 6, 64-69)

Reflexión: 
“… Exijo de ti obras de misericordia que deben surgir del amor hacia Mi. Debes mostrar misericordia al prójimo siempre y en todas partes. No puedes dejar de hacerlo ni excusarte ni justificarte. Te doy tres formas de ejercer misericordia al prójimo: la primera – la acción, la segunda – la palabra, la tercera – la oración. En estas tres formas está contenida la plenitud de la misericordia y es el testimonio irrefutable del amor hacia Mi. …porque la fe sin obras, por fuerte que sea, es inútil.” (Diario 742)

Día 5 - LOS AFLIGIDOS

Pidamos tener un corazón sencillo y humilde, lleno de amor y paciencia para consolar a los afligidos, corregir a los que se equivocan y cuidar a los que están a nuestro cargo.

“Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré. Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio. Porque mi yugo es suave y mi carga liviana”. Palabra del Señor     (Mt. 11, 28-30)

Reflexión: 
“Jesús, Tú eres tan pequeño, pero yo sé que Tú eres mi Creador y Señor. Y Jesús me contestó: Lo soy y trato contigo como un niño para enseñarte la humildad y la sencillez.” Santa Fautina (Diario 184) “Comprendo Tus palabras, Señor, y la grandeza de la misericordia que ha de resplandecer en mi alma. Jesús dijo: Sé, hija Mía, que lo comprendes y haces todo lo que está en tu poder, pero escríbelo para muchas almas que a veces se afligen por no tener bienes materiales, para practicar con ellos la misericordia. Sin embargo, el mérito mucho más grande lo tiene la misericordia espiritual que no necesita ni autorización ni granero siendo accesible a cualquier alma. Si el alma no practica la misericordia de alguna manera no conseguirá Mi misericordia en el día del juicio. Oh, si las almas supieran acumular los tesoros eternos, no serian juzgadas, porque su misericordia anticiparía Mi juicio.” (Diario 1317) “No te abismes en tu miseria, eres demasiado débil para hablar; mira mas bien Mi Corazón lleno de bondad, absorbe Mis sentimientos y procura la dulzura y la humildad. Sé misericordiosa con los demás como Yo soy misericordioso contigo y cuando adviertas que tus fuerzas de debilitan, ven a la Fuente de la Misericordia y fortalece tu alma, y no pararás en el camino.” (Diario 1486)

Día 6 - LOS DIFUNTOS

Roguemos por nuestro difuntos.

Jesús dijo: “Yo soy la Resurrección y la Vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá; y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás”. Palabra del Señor     (Jn. 11, 25-26)
“Luego escuché una voz que me ordenaba desde el cielo: «Escribe: ¡Felices los que mueren en el Señor! Sí –dice el Espíritu– de ahora en adelante, ellos pueden descansar de sus fatigas, porque sus obras los acompañan”. Palabra de Dios     (Ap. 14,13)

Reflexión: 
“En la víspera del día de los difuntos, cuando al atardecer fui al cementerio que estaba cerrado, entreabrí un poco la puerta y dije: Si desean, queridas almas, alguna cosa, la haré con gusto, dentro de lo que me permite la regla. Entonces oí estas palabras: Cumple la voluntad de Dios. Nosotras somos felices en la medida en que hemos cumplido la voluntad de Dios. Por la noche aquellas almas vinieron y me rogaron orar; recé mucho por ellas. “. “Promesa del Señor: A las almas que recen esta coronilla, Mi misericordia las envolverá en la vida y especialmente a la hora de la muerte.” (Diario 754) “¡Oh Jesús Misericordioso, tendido sobre la cruz, ten presente la hora de nuestra muerte! ¡Oh, Corazón misericordiosísimo de Jesús, abierto con una lanza, protégeme a la hora de mi muerte! ¡Oh, Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús como una fuente de insondable misericordia para mí en la hora de mi muerte! ¡Oh, Jesús agonizante, Rehén de la misericordia, apacigua la ira divina en la hora de mi muerte!” (Diario 813)

Día 7 - EL PERDÓN

Pidamos por tener un corazón misericordioso como el de Jesús para saber perdonar las ofensas.
“Sean misericordiosos, como el Padre de ustedes es misericordioso. No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados. Den, y se les dará. Les volcarán sobre el regazo una buena medida, apretada, sacudida y desbordante. Porque la medida con que ustedes midan también se usará para ustedes”. Palabra del Señor     (Lc. 6,36-38)

Reflexión: 
“Hija Mía, en esta meditación considera el amor al prójimo: ¿es Mi amor lo que te guía en el amor al prójimo?, ¿rezas por los enemigos?, ¿deseas el bien a quienes te han entristecido o te han ofendido de cualquier modo? Has de saber que cualquier cosa buena que hagas a cualquier alma, la acojo como si la hubieras hecho a Mi Mismo.” (Diario 1768) “Una vez, oí estas palabras: Hija Mía, habla al mundo entero de la inconcebible misericordia Mía… El alma que se confiese y reciba la Santa Comunión obtendrá el perdón total de las culpas y de las penas. En ese día están abiertas todas las compuertas divinas a través de las cuales fluyen las gracias. Que ningún alma tema acercarse a Mí, aunque sus pecados sean como escarlata… Todo lo que existe ha salido de las entrañas de Mi misericordia.” (Diario 699)

Día 8 - LA LUZ

Supliquemos a Jesús Misericordioso, Luz del Mundo, que siga iluminando nuestros hogares y que nos ayude para que no se apague la luz de nuestra fe.

“Jesús les dirigió una vez más la palabra, diciendo: «Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la Vida». (Jn. 8,12) Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad situada en la cima de una montaña. Y no se enciende una lámpara para meterla debajo de un cajón, sino que se la pone sobre el candelero para que ilumine a todos los que están en la casa. Así debe brillar ante los ojos de los hombres la luz que hay en ustedes, a fin de que ellos vean sus buenas obras y glorifiquen al Padre que está en el cielo”. Palabra del Señor     (Mt. 5, 14-16)

Reflexión: 
“Dices que unas tinieblas grandes cubren tu mente, pues, ¿por qué en tales momentos no vienes a Mi que soy la luz y en un solo instante puedo infundir en tu alma tanta luz y tanto entendimiento de la santidad que no aprenderás al leer ningún libro ni ningún confesor es capaz de enseñar ni iluminar así al alma.” (Diario 1487) “Los dos rayos significan la Sangre y el Agua. El rayo pálido simboliza el Agua que justifica a las almas. El rayo rojo simboliza la Sangre que es la vida de las almas… Ambos rayos brotaron de las entrañas más profundas de Mi misericordia cuando Mi Corazón agonizante fue abierto en la cruz por la lanza. Bienaventurado quien viva a la sombra de ellos, porque no le alcanzará la justa mano de Dios” (Diario,299) “En Mis manos, las almas elegidas son las luces que arrojo en las tinieblas del mundo y lo ilumino. Como las estrellas iluminan la noche, así las almas elegidas iluminan la tierra y cuanto más perfecta es el alma, tanta más luz irradia en su torno y llega más lejos. Puede estar oculta y desconocida aún a las personas más cercanas, no obstante su santidad se refleja en las almas en los más lejanos confines del mundo”. (Diario, 1601)

Día 9 - EL AGRADECIMIENTO

Demos gracias a Jesús por su inmenso Amor, y por lo que nos ha dado a lo largo de nuestras vidas.

“¡Den gracias al Señor, porque es bueno, porque es eterno su amor! Que lo diga el pueblo de Israel: ¡es eterno su amor! Que lo diga la familia de Aarón: ¡es eterno su amor! Que lo digan los que temen al Señor: ¡es eterno su amor!” Palabra de Dios     (Sal. 117, 1-4)

Reflexión: 
“Oh, Jesús, Dios eterno, te doy gracias por tus innumerable gracias y bendiciones. Que cada latido de mi corazón sea un himno nuevo de agradecimiento a ti, Oh, Dios. Que cada gota de mi sangre circule para ti, Señor. Mi alma es todo un himno de adoración a tu misericordia. Te amo, Dios, por ti mismo”. (Diario 1794) “Hoy el Señor me dijo: Escribe, hija Mía, estas palabras: Todas las almas que adoren Mi misericordia y propaguen la devoción invitando a otras almas a confiar en Mi misericordia no experimentarán terror en la hora de la muerte. Mi misericordia las protegerá en ese último combate…” (Diario 1540)




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